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¿Que es un refractómetro? Tranquilo, no es ciencia espacial.

Que es un refractómetro portada

Si alguna vez estuviste en una cocina profesional, una bodega de vinos o en una finca cortando frutas, seguro escuchaste algo como: «Vamos a medir los Brix con el refractómetro». Y tú, con cara de: «¿el qué con el qué?». No estás solo. Hoy vamos a desmenuzar qué es esta herramienta que suena a aparato de laboratorio alienígena pero que, en realidad, puede ser tu aliada en el mundo de la comida y la bebida.
Y no, no te voy a soltar un discurso de física óptica (aunque suene a eso). Vamos a ver para qué sirve, cómo se usa y por qué deberías tener uno a la mano si trabajas con alimentos. Spoiler: si te importa que lo dulce esté realmente dulce, esto te interesa.

¿Que es un refractómetro? Imagínate esto: luz, azúcar y magia óptica


Un refractómetro mide cómo la luz se desvía cuando atraviesa un líquido. Cuanto más azúcar tenga, más se curva esa luz. Y de ahí, puedes saber cuánta azúcar hay en una bebida, jugo, fruta o lo que tengas entre manos.
¿Cómo se usa? Súper fácil: pones una gotita de tu muestra en el prisma del refractómetro, cierras la tapita y miras por el visor (o ves la pantalla si es digital). Verás una escala en grados Brix. Un grado Brix = un gramo de azúcar por cada 100 gramos de solución. Así que si tu jugo de naranja tiene 12° Brix… sí, está sabrosón.

¿Y para qué sirve? (además de presumir que sabes usarlo)


Este aparatito es como tu instinto dulce, pero con datos. Sirve para:

  1. Saber si una fruta está lista para cosechar.
  2. Controlar la calidad de ingredientes en alimentos procesados.
  3. Ver si el aceite de freír ya pidió vacaciones.
  4. Medir cómo va la fermentación en bebidas como kombucha, cerveza o vino.
    Y sorpresa: también se usa en medicina. Sí, en serio. Hay refractómetros que miden proteínas en sangre o cosas como la concentración de la orina. O sea que no es solo para cocineros y agricultores, también le hace ojitos a los laboratoristas.

¿Cuál compro? ¿Hay más de uno?


Claro que sí. Como con los cuchillos, hay refractómetros para todos los gustos:
• Portátiles: Ideales para campo o cocina. Hay análogos (con visor) y digitales (con pantallita y todo).
• De mesa: Más precisos, ideales para laboratorio o producción industrial.
• En línea: Se instalan en tuberías o tanques. Miden sin sacar muestras. Nivel fábrica.


Elijas el que elijas, todos hacen lo mismo: te dicen cuán dulce es tu líquido. Pero con estilo.

Usarlo está fácil… hasta que cometes estos errores


No necesitas ser ingeniero para usar un refractómetro, pero sí tener estas cosas en mente:
• Limpia el prisma antes y después de usarlo. Un poco de jugo viejo puede arruinar tu lectura.
• Calibra con agua destilada. Debería marcar 0° Brix. No te lo saltes.
• Cuidado con la temperatura. Muestras muy frías o calientes pueden alterar el resultado. Lo ideal: a temperatura ambiente.
• Guárdalo bien. No lo dejes al sol, ni mojado, ni lo uses como pisa papeles.
Con estos tips, te llevas lecturas confiables y sin dramas.

¿Que es un refractómetro? Ahora ya lo necesitas.


Saber qué es un refractómetro para azúcares es como desbloquear un superpoder culinario. Desde elegir la mejor fruta hasta mejorar tus recetas, esta herramienta te da datos reales sobre el dulzor de lo que estás haciendo. ¿Lo mejor? No necesitas un doctorado para usarlo, solo curiosidad y ganas de mejorar.
Así que la próxima vez que te hablen de Brix, en vez de poner cara de «¿mande?», responde con seguridad: «Claro, tengo el mío en la mochila».

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