Hay de almidones a almidones, y es que cuando hablamos de carbohidratos hay un mundo de diferentes presentaciones desde el almidon que utilizamos para hacer atole o tortilla hasta los almidones que se utilizan para hacer texturas diferentes y terrosas como las que se presentan en los restaurantes de primeta categoria, el almidón resistente es unico en su tipo.
Seguramente has escuchado hablar del almidón, ese carbohidrato presente en el arroz, las papas y el pan. Pero, ¿sabías que existe un tipo de almidón que puede beneficiar tu salud de formas sorprendentes? Se llama almidón resistente, y aquí te explicamos por qué debería estar en tu dieta.
¿Qué caranbas es el almidón resistente?
El almidón resistente es un tipo de carbohidrato que no se descompone en el intestino delgado como los almidones normales. En su lugar, pasa al intestino grueso, donde se convierte en alimento para las bacterias buenas de tu microbiota. Es como un «superalimento» para tu sistema digestivo.
Beneficios claves.
- Mejora la salud digestiva: Al servir de alimento para las bacterias benéficas, el almidón resistente ayuda a mejorar la microbiota intestinal y reduce problemas como el estreñimiento.
- Controla el azúcar en sangre: Al no ser digerido rápidamente, evita picos de glucosa, lo que puede ser beneficioso para prevenir la diabetes tipo 2.
- Aumenta la saciedad: Te hace sentir satisfecho por más tiempo, ayudando a controlar el apetito y evitando antojos innecesarios.
- Favorece la quema de grasa: Al producir ácidos grasos de cadena corta en el intestino, contribuye a la regulación del metabolismo y la quema de grasa corporal.
¿Cómo Incorporarlo a Tu Dieta?
Existen formas sencillas de incluir almidón resistente en tu alimentación diaria:
- Arroz, papas y pasta fría: Cocínalos y luego refrigéralos por unas horas antes de comerlos. Este proceso aumenta la cantidad de almidón resistente.
- Plátano verde: Agrégalo en batidos o prepáralo en chips al horno.
- Legumbres: Los frijoles, lentejas y garbanzos son excelentes fuentes de este almidón.
- Avena remojada: Deja la avena en remojo toda la noche en leche o agua y consúmela sin cocinar.
Para terminar con este carbohidrato.
El almidón resistente o fibras conocido comunmente es un aliado natural para tu salud digestiva, el control del peso y la regulación del azúcar en la sangre, esto porque funciona como un alimento para nuestra microbiota o los microorganismos que habitan en nuestro cuerpo. Con pequeños cambios en la forma en que preparas y consumes ciertos alimentos, puedes aprovechar sus beneficios sin esfuerzo. ¡Dale una oportunidad y siente la diferencia!
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