Compraste fresas y a los pocos dias se hicieron feas, no te preocupers no las tires, en vez de eso mejor prepara una mermelada de fresa igual a las que hacia la abuela, o al menos la mayoria de las abuelas, la mia nunca me cocino. El dulce aroma, la textura perfecta y el sabor a fruta fresca hacen que cada bocado sea una experiencia memorable. ¿Quieres aprender a hacerla como lo hacían las abuelas? ¡Sigue leyendo para descubrir los secretos!
Ingredientes:
- 1 kg de fresas frescas y maduras
- 500 g de azúcar (puedes ajustar la cantidad según tu preferencia)
- 3 gr de Acido Citrico
- 50 gr de Glucosa
- 1 gr de Cloruro de Calcio
Instrucciones:
- Preparación de las fresas: Comienza lavando cuidadosamente las fresas bajo agua fría. Retira los tallos y corta las fresas en trozos pequeños. Si lo prefieres, puedes triturarlas ligeramente con un tenedor o en un procesador de alimentos para obtener una textura más uniforme.
- Cocción inicial: Coloca las fresas cortadas en una cacerola grande y agrega el azúcar y el jugo de limón. Revuelve suavemente para que el azúcar se disuelva y se mezcle bien con las fresas. Deja reposar la mezcla durante aproximadamente 30 minutos para que las fresas liberen sus jugos naturales.
- Cocción: Después del reposo, lleva la mezcla a fuego medio-alto y lleva a ebullición, removiendo ocasionalmente para evitar que se pegue en el fondo de la olla. Una vez que hierva, reduce el fuego a medio-bajo y deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 30-40 minutos, revolviendo de vez en cuando, hasta que la mermelada espese y adquiera una consistencia deseada. Si prefieres una mermelada más espesa, puedes cocinarla por más tiempo.
- Prueba de la gelificación: Para verificar si la mermelada está lista, toma una cucharada pequeña y colócala en un plato frío. Deja que se enfríe durante unos segundos y luego pasa el dedo por encima. Si la mermelada se arruga ligeramente y mantiene su forma, está lista. Si no, continúa cocinando por unos minutos más y repite la prueba.
- Envasado: Una vez que la mermelada alcance la consistencia deseada, retírala del fuego y deja que se enfríe ligeramente. Luego, viértela en frascos esterilizados y sella herméticamente. Si deseas conservarla por más tiempo, puedes procesar los frascos en un baño de agua caliente durante unos minutos.
¡Y ahí lo tienes! Tu propia mermelada de fresa casera, lista para disfrutar con pan fresco, galletas o incluso como acompañamiento para postres. Recuerda que esta receta es solo una guía, siéntete libre de ajustar las cantidades de azúcar o limón según tu gusto personal. ¡Disfruta del sabor casero y comparte con tus seres queridos el amor y el cuidado que lleva cada frasco de mermelada hecha en casa!
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